Lumpe
Pese a no formar parte de Wanpu geográficamente, la isla de Lumpe, conocida también como Isla de los Lobos, es una isla al sur de la región.
Se trata de una isla mediana con forma de almendra mordida o pétalo de flor de cerezo, atravesada por una corriente que se asemeja a un río. Destaca por contar con una gran población de lobos wanpos, además de varias otras especies autóctonas.
Lugares de interés
Playa nudosa
Al sur de la isla se encuentra una playa de rocas y arena gruesa, de la cual salen raíces que forman nudos.
Bosque de árboles frutales
Las raíces de la playa llevan a un bosque de perales de agua.
Calzada y antiguos poblados
Más allá del bosque frutal, una calzada recorre la isla hacia el norte. Siguiéndola se pueden encontrar distintas ruinas de casas y asentamientos, totalmente cubiertos por la vegetación y las raíces. No obstante, dichos asentamientos no son tan antiguos; varias veces a lo largo de la historia, la naturaleza ha hecho ceder los cimientos y muros de las casas, obligando a sus habitantes a buscar un nuevo hogar al norte. La calzada, eso sí, permanece intacta.
Templo subterráneo antiguo
A la orilla del río, en la parte más profunda del bosque, hay una cueva. Su entrada está adornada con un arco de piedra, tallado con inscripciones en una lengua desconocida. El nivel superior de la cueva aloja las ruinas de lo que parece ser un antiguo templo, repleto de inscripciones y con unos grandes escalones que guían a una gruta, normalmente sellada. La gruta oculta un templo subterráneo mucho mayor, sorprendentemente bien conservado.
En el nivel inferior, una gran cámara repleta de columnas y cuya iluminación parece estar automatizada —y en funcionamiento— aloja una extraña campana de piedra que, al tañirla, parece haber neutralizado el efecto del lodoLíquido negro.negro.
Aldea
La actual aldea de Lumpe, construida trasladando las rocas de la anterior localización hace cuarenta años huyendo de la fuerza del bosque, se encuentra al norte.
Aún resistiéndose a abandonar la isla, un puñado de familias viven de la tierra y el mar, acogiendo a los pescadores extraviados y curiosos viajeros que de vez en cuando atracan allí.